jueves, 16 de marzo de 2017

Psicoterapia familiar.

TÉCNICAS DE TERAPIA FAMILIAR


Planificación

Familias de pas de deux

Resultado de imagen para madre e hijo
Supongamos que la familia se componga de dos personas solamente. El terapeuta puede conjeturar que con probabilidad están muy apegadas. Si se trata de madre e hijo, es posible que éste pase mucho tiempo en compañía de adultos. Acaso esté adelantado en su capacidad verbal; y como en un elevado porcentaje sus interacciones son con adultos, se interesará por los temas de éstos antes que sus coetáneos y parecerá más maduro. Quizá pase menos tiempo de lo corriente con los niños de su edad; entonces tendrá con ellos menos cosas en común y quizás esté en desventaja en los juegos físicos. La estructura de dos personas es proclive a una formación de liquen en que los individuos contraen una recíproca dependencia casi simbiótica. 


Familias de tres generaciones.

La familia extensa con varias generaciones que viven en íntima relación es probablemente la configuración familiar más típica en todo el mundo. Diversos terapeutas han destacado la importancia de trabajar con tres generaciones
Resultado de imagen para familias extensas
Son muchas las formas de familia de tres generaciones, desde la combinación de progenitor soltero, abuelo y niño, hasta la compleja red de vastos sistemas de parentesco que no necesitan estar alojados en un mismo domicilio para ejercer notable influjo. Puede ser indispensable para el terapeuta descubrir cuál es realmente «la familia», cuántos miembros tiene y qué nivel de contacto sostienen éstos con la red extensa. En ningún caso se debe subestimar el influjo de la familia extensa sobre las funciones de la familia nuclear.

Familias con soporte

Cuando las instituciones aumentan de tamaño, es preciso delegar autoridad. Cuando son muchos los niños en un hogar, por lo común uno de ellos, y a veces varios de los mayores, reciben responsabilidades parentales. Estos niños parentales toman sobre sí funciones de crianza de los demás niños, como representantes de los padres.
El niño parental es puesto en una situación que lo excluye del subsistema de los hermanos y lo eleva hasta el subsistema parental. Esa situación tiene aspectos atractivos, puesto que el niño tiene acceso directo a los progenitores; además, puede promover sus habilidades ejecutivas.

Resultado de imagen para familias con soporte
Existe el peligro potencial de que los niños parentales contraigan síntomas cuando se descargan sobre sus hombros responsabilidades superiores a sus fuerzas o no se les confiere la autoridad que les permitiera ponerlas en práctica. En la terapia puede ser eficaz emplear técnicas de fijación de fronteras que reorganicen el subsistema parental sin el niño parental.



Familias acordeón.

Resultado de imagen para madres solterasEn ciertas familias uno de los progenitores permanece alejado por lapsos prolongados. Cuando uno de los cónyuges se ausenta, el que permanece en el lugar tiene que asumir funciones adicionales de cuidado de los niños, ejecutivas y de guía, pues de otro modo quedarían privados. Las funciones parentales se concentran en una sola persona durante una parte de cada ciclo.

El progenitor periférico debe ser reinsertado en una posición provista de sentido. La familia tiene que comprender que forma una familia «nueva». Esta concepción es de aceptación bastante difícil porque las «partes» de la familia han permanecido juntas durante largo tiempo; sólo la configuración de la familia es nueva.


Las familias cambiantes.

Ciertas familias cambian constantemente de domicilio, esta configuración puede permanecer oculta al terapeuta en el contacto inicial, pero se irá poniendo de manifiesto a medida que trabaje con la familia. Si el cambio de contexto interesa a adultos que desempeñan un papel significativo, es importante para el terapeuta reconstruir un historial que le permita determinar si lo que parece una organización estable no es, en realidad, transitoria. En tal caso parte de la función del terapeuta será ayudar a la familia para que defina con claridad su estructura organizativa.
Las familias cambian para adaptarse a diversas circunstancias. En consecuencia, sucesos que obedecen a estos estadios de desarrollo pueden amenazar el equilibrio familiar.
Resultado de imagen para cambiar de casa



Familias con padrastro o madrastra.

Resultado de imagen para padrastros y madrastrasCuando un padre adoptivo se agrega a la unidad familiar, tiene que pasar por un proceso de integración que puede ser más o menos logrado. El nuevo padre puede no entregarse a la nueva familia con un compromiso pleno, o la unidad originaria puede mantenerlo en una posición periférica. En esta configuración familiar, las crisis son comparables a los problemas que surgen en un organismo familiar reciente; se las debe considerar normales.
En ciertos casos puede ser conveniente para los miembros de las dos familias originales mantener al comienzo sus fronteras funcionales y relacionarse como dos mitades que cooperan para resolver problemas en la vía que la familia sigue hacia la configuración de un solo organismo.

Familias con un fantasma.

La familia que ha sufrido muerte o deserción puede tropezar con problemas para reasignar las tareas del miembro que falta. Apropiarse de las funciones de la madre se convierte entonces en un acto de deslealtad a su memoria. Los miembros de estas familias pueden vivir sus problemas como la consecuencia de un duelo incompleto.

Resultado de imagen para muerte de familiar
Pero si el terapeuta obra con este supuesto, puede cristalizar a la familia en lugar de ayudarla para que avance hacia una organización nueva. Desde el punto de vista terapéutico, se trata de una familia en transición. Las configuraciones anteriores estorban el desarrollo de nuevas estructuras.

Familias descontroladas.

Resultado de imagen para familias descontroladas
En familias en que uno de sus miembros presenta síntomas en el área del control, el terapeuta supone la existencia de problemas en uno o varios entre determinados campos: la organización jerárquica de la familia, la puesta en práctica de las funciones ejecutivas dentro del subsistema parental y la proximidad entre miembros de la familia. Las pautas de comunicación tienden a ser caóticas en estas familias. Los participantes no cuentan con ser escuchados, y los mensajes sobre la modalidad del vínculo son más importantes que el contenido. Las comunicaciones parecen organizadas en torno de secuencias o interacciones nimias, inconexas, provistas de un valor afectivo.

Familias psicosomáticas.

Resultado de imagen para familias psicosomaticasCuando la queja que motiva la demanda es un problema psicosomático de alguno de los miembros de la familia, la estructura de ésta incluye una excesiva insistencia en los cuidados tiernos. La familia parece funcionar óptimamente cuando alguien está enfermo. Este tipo de familia se destaca por las relaciones de lealtad y de protección que en ella imperan; en suma, es la familia ideal.
Uno de los problemas con que el terapeuta tropieza en estas familias es justamente su carácter agradable. Sus miembros parecen ansiosos por responder. El terapeuta puede creer que cooperan con él, sólo para sentirse una y otra vez decepcionado por los problemas que le oponen, así como por la facilidad con que lo absorben en las melosidades de su política de paz a cualquier precio.

Cambio.

Whitaker considera la familia como un sistema en que todos los miembros tienen la misma significación. Es preciso cambiarlos individualmente a fin de modificar el conjunto. Y en armonía con esto, cuestiona a cada uno de los miembros de la familia, socavando su cómoda adhesión al modo compartido de aprehender la vida. Cada individuo es llevado a vivenciar lo absurdo de aceptar como válida la peculiar cosmovisión de la familia. Whitaker parece partir del supuesto de que cuestionando de esa manera las formas surgirán procesos creadores en los individuos y en la familia como un todo, De este revoltijo vivencial puede nacer un mejor ordenamiento entre los miembros de la familia.
La terapia de Whitaker es desconcertante por la gama de sus intervenciones. Utiliza el humor, el abordaje indirecto, la seducción, la indignación, el proceso primario, el tedio y aun el acto de quedarse dormido como instrumentos igualmente potentes para el contacto y el desafío. Al término de la terapia, todos los miembros de la familia han quedado tocados por la magia trastornante de Whitaker. Todos se sentirán cuestionados, incomprendidos, aceptados, rechazados o insultados.
Resultado de imagen para cambio en familias
La formulación estratégica, cuyos representantes son Haley y Madanes, difiere notablemente de la que acabamos de exponer. En este caso las técnicas apuntan a una meta, a saber, mitigar aspectos disfuncionales específicos de la familia.
 La escuela estratégica considera la familia como un sistema complejo, diferenciado en subsistemas que presentan un orden jerárquico. Una disfunción en cierto subsistema puede tener expresión analógica en otro; en particular, la organización de los miembros de la familia en torno del síntoma se toma como un enunciado analógico de estructuras disfuncionales.

Cuestionamiento del síntoma


Las familias que acuden a la terapia tras una lucha prolongada por lo común han individualizado a uno de sus miembros como la fuente del problema. Inundan al terapeuta con el relato de su lucha, las soluciones ensayadas y el fracaso de todos los intentos. Pero el terapeuta ingresa en la situación terapéutica con el supuesto de que la familia se equivoca. El problema no reside en el paciente individualizado, sino en ciertas pautas de interacción de la familia. El terapeuta de tendencia estratégica considera que el síntoma es una solución protectora: el portador de síntoma se sacrifica para defender la homeostasis de la familia.
Resultado de imagen para cuestionar


Cuestionamiento de la estructura familiar.

La concepción del mundo de los miembros de la familia depende en gran medida de las posiciones que ellos ocupan dentro de diferentes bolones familiares.
Resultado de imagen para familias descontroladasCuando el terapeuta se hace copartícipe de la familia, se convierte en miembro participante del sistema que intenta transformar. Los sectores disfuncionales dentro de la familia a menudo obedecen a una alianza excesiva o escasa. Por ello la terapia es en buena medida un proceso en que se verifica la proximidad y la distancia. El terapeuta puede desplazar su posición y trabajar en subsistemas diferentes, cuestionando la demarcación que los miembros de la familia hacen de sus papeles y sus funciones. Las técnicas de que se dispone para esta estrategia son la fijación de fronteras, el desequilibramiento y la enseñanza de la complementariedad.


Escenificación

La escenificación es la técnica por la cual el terapeuta pide a la familia que dance en su presencia. Así construye una secuencia interpersonal en la sesión, en que se ponen en escena interacciones disfuncionales entre los miembros de la familia. Esta escenificación se produce en el contexto de la sesión, en el presente y en relación con el terapeuta. Al tiempo que la promueve, éste tiene la posibilidad de observar los modos verbales y no verbales en que los miembros de la familia emiten señales unos hacia otros y controlan la gama de las interacciones tolerables. Entonces el terapeuta puede intervenir en el proceso, sea para aumentar su intensidad, prolongar la duración de la interacción, hacer participar a otros miembros de la familia, indicar modos diferentes de interacción e introducir sondeos experimentales que proporcionarán información tanto al terapeuta como a la familia sobre la índole del problema, la flexibilidad de las interacciones familiares para la búsqueda de soluciones y la virtualidad de modalidades diferentes de desempeño dentro del marco terapéutico.

Enfoque

Resultado de imagen para enfocar psicoanalisisCuando observa a una familia, el clínico es inundado por los datos. Es preciso deslindar fronteras, poner de relieve los lados fuertes, señalar problemas, investigar funciones complementarias. El terapeuta seleccionará y organizará estos datos dentro de un esquema que les confiera sentido. Pero esta organización debe ser al propio tiempo un esquema terapéutico que promueva el cambio. En consecuencia, el terapeuta organizará los hechos que percibe de manera que formen trazos entre ellos y posean también pertinencia terapéutica.
Al mismo tiempo desechará los diversos campos que, siendo estresantes, no son por el momento útiles para su meta terapéutica. En la sesión escogerá ciertos elementos de la interacción de esta familia y organizará el material de manera que guarde armonía con su estrategia terapéutica.
El esquema del terapeuta incluye tanto una meta estructural como una estrategia para lograr esa meta. Por ejemplo, si quiere cuestionar una familia demasiado fusionada, puede enfocar las desdibujadas fronteras entre sus miembros. El modo en que lo haga estará determinado por el contenido y la marcha de la sesión. Pero los datos experimentarán una transformación impuesta por el tema terapéutico.
El terapeuta tiene que saber también que el enfoque lo hace vulnerable a los peligros de la absorción. Cuando se acomoda a la familia v selecciona datos, puede verse inducido a elegir precisamente aquellos que a la familia le resulta cómodo presentar. El oficio del terapeuta es asistir al cambio familiar, no hacer que ellos se sientan cómodos.

En el enfoque, el terapeuta, tras seleccionar elementos que parecen pertinentes para el cambio terapéutico, organiza los datos de las interacciones familiares en torno de un tema que les imparte un sentido nuevo.


Repetición del mensaje.

El terapeuta repite su mensaje muchas veces en el curso de la terapia. Es una técnica importante para el incremento de la intensidad. La repetición puede recaer tanto sobre el contenido como sobre la estructura.
Que el terapeuta no hable de otra cosa durante toda la sesión indica que el asunto no puede menos que ser importantísimo. Además, el terapeuta produce intensidad en el orden del proceso. Si él se niega a moverse, la familia estará forzada a hacerlo, es decir, que se producirá un reordenamiento en torno del terapeuta estático.
El terapeuta puede obtener atención incesante para un asunto determinado si lo expone una y otra vez con la misma frase, al modo de una letanía o puede exponerlo de diversas maneras, recurriendo a su capacidad para formar metáforas e imágenes como haría un poeta o un pintor; en este caso enfocará una diversidad de interacciones de tal modo que cada exposición nueva ponga de relieve la identidad de las interacciones.

Repetición de interacciones isomórficas.



Otra variedad de repetición incluye mensajes que en la superficie parecen diversos pero que son idénticos en un nivel más profundo. Aunque su contenido es diferente, están dirigidos a interacciones isomórficas dentro de estructura familiar.

La estructura familiar se manifiesta en una diversidad de interacciones que responden a un mismo sistema de reglas y que en consecuencia son equivalentes desde el punto de vista dinámico. El cuestionamiento; de estas estructuras [morfos] equivalentes [iso] produce intensidad por la repetición de mensajes dentro de un proceso. Esta intervención puede enfocar interacciones que interesan a la terapia y reunir sucesos en apariencia desconectados en un significado orgánico único, con lo cual se acrecienta la experiencia que los miembros de la familia tienen de la regla familiar constreñidora.

Resultado de imagen para unir cosasIntervenciones únicas, por inspiradas que sean, rara vez son eficaces para modificar pautas de interacción que han regido años y años. Los sistemas poseen una inercia que resiste al cambio y hace falta la repetición para que sobrevenga una modificación de pautas. La terapia es asunto de repetición, donde los cambios estructurales deseados se promueven por muy diferentes vías. La meta terapéutica, que consiste en alcanzar pautas interactivas nuevas y más funcionales para la familia, permanece en la mente del terapeuta durante toda la sesión. Guía su repetición de intervenciones de valor terapéutico.

.
Modificación del tiempo.

Los miembros de la familia han elaborado un sistema de notación que regula el tiempo y el compás de su danza. Algunas de estas notas son transmitidas por pequeñas señales no verbales que vehiculizan el mensaje. Este señalamiento es tan automático que los miembros de la familia responden sin advertir que han llegado a un territorio prohibido y son retenidos por las riendas del sistema familiar.

Una de las técnicas que permiten incrementar la intensidad consiste en alentar el terapeuta a los miembros de la familia para que continúen interactuando después que las reglas del sistema han puesto luz amarilla o roja.
Resultado de imagen para tiempo



Resistencia a la presión de la familia.


En ocasiones, «no hacer» puede producir intensidad en la terapia. Esto es verdadero sobre todo cuando el terapeuta no hace lo que el sistema familiar «desea que haga». De manera necesaria e inadvertida los terapeutas son absorbidos en el sistema familiar en su condición de miembros del sistema terapéutico. En ocasiones esta absorción contribuye a mantener una homeostasis familiar disfuncional. Con su resistencia a ser absorbido por el sistema, el terapeuta introduce intensidad en la terapia.

La escenificación se asemeja a una conversación en que el terapeuta y la familia tratan de que el otro vea el mundo como él lo ve. La intensidad se puede comparar con un cotejo de gritos entre el terapeuta y una familia dura de oído. La eficacia terapéutica puede disminuir muchísimo si la orientación terapéutica hace creer que un mensaje terapéutico se recibió porque fue emitido, y también a causa de las reglas de etiqueta en virtud de las cuales la gente tiende a fingir comprensión para no parecer brusca. Es preciso que la familia oiga realmente el mensaje del terapeuta. Si son duros de oído, aquél tendrá que gritar.


Reestructuración.

Resultado de imagen para reestructuraciónLas familias funcionales son sistemas complejos «constituidos por un gran número de partes que interactúan de una manera complicada». Estas partes, u holones familiares, están interrelacionadas en un orden jerárquico.
Los individuos pertenecen a una multiplicidad de holones y cumplen papeles diferentes en cada uno de ellos. En cada holón se activan segmentos del repertorio vivencial de los individuos.  El crecimiento en una familia funcional es un proceso flexible cuyo resultado es un individuo de múltiples facetas capaz de adaptarse a contextos cambiantes.
Puesto que la terapia supone un cuestionamiento de la estructura familiar, es preciso que el terapeuta comprenda el desarrollo normal de las familias y el poder que las reglas de los holones ejercen sobre el íntegro desarrollo de los miembros de la familia.


Resultado de imagen para fronteras animadasFronteras.


Las técnicas de fijación de fronteras regulan la permeabilidad de las que separan a los holones entre sí. He aquí el concepto rector: participar en el contexto específico de un holón específico requiere respuestas específicas para ese contexto.
Las técnicas de fijación de fronteras pueden apuntar a la distancia psicológica entre los miembros de la familia y a la duración de la interacción dentro de un holón significativo.


Distancia psicológica

Resultado de imagen para alianzaEn muchos casos la distribución con que los miembros de la familia toman asiento en la sesión es un indicador de las alianzas entre ellos. Verificará, entonces, los indicadores espaciales, pero hará lo propio con otras clases de indicadores. Cuando habla uno de los miembros de la familia, el terapeuta observará quién lo interrumpe o completa la información, quién proporciona confirmación y quién ayuda. También se trata de indicadores débiles, pero proporcionan al terapeuta un mapa tentativo sobre las relaciones de proximidad, las alianzas, las coaliciones v las diadas o tríadas fusiónales, así como sobre las pautas que expresan la estructura y la sustentan. Además puede utilizar constructos cognitivos o bien maniobras concretas para crear fronteras nuevas.




Duración de la interacción.


Resultado de imagen para interaccionExtender o alargar un proceso, que es un modo de incrementar su intensidad, puede ser también un recurso para demarcar subsistemas o separarlos. En estas situaciones el contenido de la interacción importa menos que el hecho de que ella se produzca.

Las técnicas de fijación de fronteras se aprenden con facilidad y pueden ser utilizadas con eficacia aún por terapeutas que no posean una estructura teórica que les permita ordenar e integrar los fenómenos que observan o producen. Pero en estos casos, la fijación de fronteras, aunque se la realice con elegancia, no será más que un fenómeno aislado.



Desequilibramiento

En las técnicas de fijación de fronteras el terapeuta se propone cambiar las afiliaciones de los miembros de la familia a los diversos subsistemas o la distancia entre los subsistemas. En el desequilibramiento, por el contrario, la meta es cambiar el vínculo jerárquico entre los miembros de un subsistema.
El desequilibramiento de un sistema puede producir cambios significativos cuando los miembros individuales de la familia son capaces de experimentar con roles y funciones ampliados en contextos interpersonales. Estos cambios pueden llegar a engendrar realidades nuevas para los miembros de la familia. Puesto que la realidad de éstos es una cuestión de perspectiva y de puntuación, todo cambio en la posición jerárquica en el seno de la familia produce un cambio en la perspectiva de sus miembros en relación con lo que se considera permitido en las interacciones entre ellos.
Resultado de imagen para desequilibramiento
Alianza con miembros de la familia.

Resultado de imagen para alianza terapeutica en psicoterapiaLa coparticipación terapéutica es en esencia una 
técnica de alianza. El terapeuta confirma a las personas, pone de relieve su lado fuerte y de este modo se convierte para ellas en una fuente importante de autoestima. En virtud del empeño que pone en utilizarse a sí mismo para crear un contexto de confianza y esperanza, promueve la búsqueda y experimentación de alternativas. Para desequilibrar, recurrirá a su alianza con un miembro de la familia, destinada a modificar su posición jerárquica dentro del sistema familiar. El hecho de enfocar a un miembro, modifica la posición de todos los demás. Si bien se puede desequilibrar aliándose con un miembro dominante del grupo, en la mayoría de los casos esta técnica se utiliza para brindar apoyo a un miembro periférico o de posición inferior dentro de la familia. Esta persona, cuando siente la alianza del terapeuta, empezará a cuestionar su posición prescrita dentro del sistema.


Alianza alternante.

Imagen relacionada
En ciertas familias, una alianza alternante con subsistemas en conflicto puede producir un cambio en la pauta jerárquica de la familia. La meta de esta técnica consiste en atribuir a cada subsistema pericias diferentes y complementarias; de este modo, en lugar de competir por la jerarquía dentro del mismo contexto, los miembros de la familia ensayarán nuevas modalidades de relación en un marco más amplio.



Ignorar a miembros de la familia.

Resultado de imagen para terapia familiar
Esta técnica de desequilibramiento contraría la manera de ser que la cultura ha impreso en el terapeuta; en efecto, demanda la capacidad de hablar y obrar como si ciertas personas fueran invisibles. Los miembros de la familia desconocidos se sienten cuestionados en su derecho más esencial, el de ser reconocidos. Se rebelarán contra una tan radical falta de respeto recurriendo a alguna modalidad de demanda o de ataque. Su rebelión contra el terapeuta puede cobrar la forma de un desafío directo, pero más a menudo consistirá en una llamada a cerrar filas con los demás miembros de la familia. Esta última interacción, que conlleva muchas veces un reclamo de coalición contra el terapeuta, posibilita un realineamiento de las jerarquías familiares.      

Coalición contra miembros de la familia.

En esta técnica de desequilibramíento, el terapeuta participa como miembro de una coalición contra uno o más miembros de- la familia.
Resultado de imagen para terapia familiar
Desde luego que, como consecuencia de esta técnica, el miembro blanco de ella se tensiona, pero el miembro de la familia que entra en coalición con el terapeuta no queda menos tensionado. Participa en la coalición al precio de ser capaz de rebasar el umbral de interacciones habituales y de apoyar al terapeuta en un franco desafío a un miembro poderoso de la familia.
En otro tipo de coalición, el terapeuta se alia con un miembro o un subsistema dominante en la familia, a fin de empujarlos a ser eficaces en su función atribuida o natural.
Es posible que el terapeuta se vea precisado a continuar con sus técnicas de desequilibramiento durante varias sesiones, lo que mantendrá a la familia en un estado de tensión. Tiene que ser capaz de apoyar a los miembros de la familia al tiempo que introduce tensión en el sistema.


COMPLEMENTARIEDAD.

No obstante, en este conflicto entre el concepto del yo como unidad y el yo como parte de un todo, hay complementariedad de opuestos.
El conflicto entre la idea del individuo como sí-mismo y del individuo como parte del todo es fruto de una división innecesaria.
Resultado de imagen para complementarUna de las metas en terapia de familia es ayudar a los miembros de ésta a que vivencien su pertenencia a una entidad que rebasa el sí mismo individual. Esta operación, lo mismo que la técnica de desequilibramiento, apunta a modificar la relación jerárquica entre los miembros de la familia, con la diferencia de que esta vez se cuestiona la idea íntegra de jerarquía. Si los miembros de la familia son capaces de encuadrar su experiencia de manera que abarque lapsos mayores, percibirán la realidad de un modo nuevo. Cobrarán relieve entonces las pautas del organismo total y se advertirá que la libertad de las partes es interdependiente.
Para promover este modo diferente de conocimiento, el terapeuta tiene que cuestionar la epistemología habitual de los miembros de la familia en tres aspectos. En primer lugar, cuestionará el problema: la certidumbre de la familia de que existe un paciente individualizado. En segundo lugar, cuestionará la idea lineal de que un miembro de la familia controla al sistema, cuando en verdad cada uno de los miembros sirve de contexto a los demás. En tercer lugar, cuestionará el modo en que la familia recorta los sucesos.

Cuestionamiento del problema.

El primer cuestionamiento del terapeuta a la certidumbre de que existiría un paciente individualizado, con independencia del contexto, puede ser simple y directo.

Resultado de imagen para cuestionar
La terapia parte del consenso, compartido por los miembros de la familia y el terapeuta, de que algo anda mal. La familia está en terapia porque su modo de ser ha resultado insuficiente y sus miembros desean buscar alternativas. Pero, adheridos como están a sus verdades habituales, ofrecerán resistencia a las alternativas aun en el mismo momento en que las buscan. El terapeuta, que ocupa la posición jerárquica del perito, puede, con una simple declaración (por ejemplo: «Veo en la familia factores que contradicen su opinión de que el enfermo sería usted»), arrojar una luz diferente sobre la experiencia compartida de que un individuo es el problema. 


PARADOJAS.

El empleo que hacemos de las paradojas se basa en tres conceptos que admitimos como supuestos: la familia es un sistema autorregulador; el síntoma es un mecanismo de autorregulación y, por último, el concepto de resistencia sistémica al cambio, que es consecuencia de los dos anteriores. Como el síntoma se utiliza para regular una parte disfuncional del sistema, si el síntoma es eliminado, esa parte del sistema quedará sin regulación.
Utilizamos las paradojas sobre todo como instrumento clínico para enfrentar esta resistencia y evitar una lucha por el poder entre la familia y el terapeuta. Las familias con hijos sintomáticos suelen presentar al terapeuta una demanda contradictoria: piden que el síntoma se modifique, pero sin cambiar su sistema.
Resultado de imagen para paradojasEl terapeuta enfrentará esta contradicción por medio de una serie de enérgicas redefiniciones que conectarán el síntoma con el sistema de tal manera que resulte imposible modificar el uno sin hacerlo con el otro. Con este método el terapeuta define el problema terapéutico. No se trata sólo de eliminar el síntoma, sino que lo decisivo es saber qué ocurrirá cuando se lo elimine; el tema terapéutico se deslaza del problema.
Las intervenciones se pueden clasificar como directas o basadas en la aceptación, por el hecho de que el terapeuta espera que la familia las aceptará; y como paradójicas y basadas en el desafío, por el hecho de que el terapeuta espera que la familia las desafiará.

Intervenciones directas, basadas en la aceptación.

Por intervenciones directas se entienden consejos, explicaciones, sugerencias, interpretaciones y tareas, que están destinadas a que se las tome literalmente y a que se las respete como se las prescribió. Su objetivo es modificar de manera directa las reglas o los roles de la familia.
Resultado de imagen para intervenciones psicologia

Intervenciones paradójicas, basadas en el desafío.

Resultado de imagen para desafiarEs paradójica la intervención que, obedecida, tendrá por consecuencia lo opuesto de lo que parece pretender. Su éxito depende de que la familia desafíe las instrucciones del terapeuta u obedezca a ellas hasta un grado tan absurdo que se vea obligada a retroceder. Si una familia desafía de continuo las intervenciones basadas en la aceptación, se puede suponer con certeza que dentro del sistema existe una interacción oculta que les quita eficacia; una alianza secreta, una querella o una coalición que la familia es renuente a revelar o a cambiar. El objetivo de la paradoja sistémica es esa interacción oculta que se expresa en un síntoma. Las tres principales técnicas utilizadas para idear y aplicar una paradoja sistémica son la redefinición, la prescripción y la restricción.


Inversiones, basadas en la aceptación y el desafío.

Resultado de imagen para pensarEn la inversión, el terapeuta imparte directivas a un miembro de la familia para que invierta su actitud o su conducta en un aspecto decisivo, con la esperanza de provocar de ese modo una respuesta paradójica en otro miembro de la familia. Se basa al mismo tiempo en el desafío y la aceptación. Requiere la cooperación consciente del miembro de la familia que recibe las instrucciones del terapeuta, y el desafío del miembro de la familia que recibe los resultados de esa instrucción. Las inversiones son útiles cuando uno de los miembros tiene una actitud de cooperación y seguirá el consejo directo, mientras otro de los miembros ofrece resistencia.
Las inversiones se utilizan cuando se tiene la impresión de que un segmento de la familia es capaz de invertir una posición nuclear que afectará a otro segmento. Es una combinación de estas técnicas lo que se utiliza con la mayoría de las familias en el curso del tratamiento, según la evaluación que haga el terapeuta de este factor de aceptación desafío.


Fidelidad a la paradoja sistémica.

Después de formulada y pronunciada la paradoja sistémica, se presenta la difícil tarea de mantenerse fiel a ella. Lo más probable es que en la sesión siguiente la familia no mencione el mensaje. Sus miembros recurrirán a diversos e ingeniosos métodos para tratar de eliminarlo, desde ignorarlo, olvidarlo, desecharlo, contradecirlo, hasta presentarse con una crisis nueva que nada tiene que ver con el problema originado. El paso siguiente exige que el terapeuta persista sin desmayo en su definición circular del problema e introduzca una y otra vez la conducta de la familia en el nuevo marco.
Para ello tiene que estar conducido de que su percepción es correcta. La falta de convicción suele estorbar a los principiantes la emisión de un mensaje paradójico. Temerosos de que suene absurdo, toman conciencia de esa situación y lo entilen de una manera tentativa, con la consecuencia de que la familia lo percibe como burla o sarcasmo. Para que resulte eficaz se lo tiene que formular con total sinceridad, sólo posible si se cree que ésa es la verdad sistémica de la familia.
 Imagen relacionada



Bibliografía:

Minuchin, Salvador Técnicas de terapia familiar / Salvador Minuchin y Charles Fishman.- Ia. ed. - Buenos Aires : Paidós, 2004


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Psicoterapia breve, intensiva y de urgencia. PBIU

z EL PERFIL BÁSICO DE LA PSICOTERAPIA BREVE, INTENSIVA Y DE URGENCIA.   Cinco o seis sesiones de 50 minutos, una vez a la semana.  ...